La Sociedad Española de Neurología (SEN)
ha informado sobre los beneficios de leer de manera habitual. Si bien
las encuestas indican que un 58% de las personas mayores de 14 años lee
con frecuencia, también muestran que el principal motivo de la falta de
interés por la lectura es “la falta de tiempo”. A continuación, les
exponemos algunos motivos, más allá del propio placer de la lectura,
para dedicar un poco de tiempo a la lectura:
1. Aumenta la agilidad mental
Leer
aumenta la capacidad de concentración, promueve la empatía, favorece
las conexiones neuronales y, si es un hábito frecuente, es un ejercicio
útil para evitar la pérdida de las funciones cognitivas asociadas a la
edad. “Nuestro cerebro, para que goce de una buena salud, necesita que
lo mantengamos activo, que lo ejercitemos”, algo que no siempre hacemos,
señala el doctor Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de
Estudio de Conducta y Demencias de la SEN. Diversos estudios han
constatado que un cerebro activo no sólo realiza mejor sus funciones,
sino que incrementa la rapidez de respuesta ya que, mientras se lee, se
obliga al cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar
conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar
la capacidad intelectual, estimulando nuestras neuronas.
2. Favorece las relaciones sociales
La
lectura ayuda a mejorar algunas habilidades sociales, como la empatía.
Un ávido lector rápido aprende a identificarse con los personajes de las
historias que lee y, como bien sostiene Emili Teixidor, “está más
dispuesto a abrirse a otras vidas”. El psicólogo Raymond Mar y su equipo
de la Universidad de Toronto probaron en el 2006 que las personas que
consumen novelas son más empáticas respecto a los lectores de libros
especializados o los no lectores. Al medir las habilidades sociales y el
modo de interactuar de los dos tipos de lectores, los de géneros
literarios resultaron tener una mayor facilidad para ponerse en la piel
del otro.
Según los expertos, la
lectura también puede generar temas de conversación, lo que facilita la
interacción y las relaciones sociales. En un estudio publicado por
investigadores de la Universidad de Búfalo (Estados Unidos) en
Psychological Science aseguraba, tras un estudio en lectores de la
popular saga de Harry Potter, se aseguraba que este tipo de lecturas
puede favorecer el aumento del sentimiento de pertenencia a un grupo, lo
que es bien sabido que mejora del estado de ánimo y la satisfacción
similar a la de formar parte de grupos reales.
3. Reduce el nivel de estrés
Fomentar
la lectura también tiene otras ventajas para nuestra salud, como la
reducción del nivel de estrés (sobre todo cuando uno lee novelas de
ficción). Recordemos que demasiado estrés es origen o un factor de
empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias
o trastornos del sueño. Asimismo, la lectura antes de acostarse
proporciona buenas rutinas de higiene de sueño.
4. Activa el sistema visual
Aprender
a leer activa el sistema visual en las regiones especializadas en la
forma escrita de las letras y también en las regiones visuales
primarias, es decir, aquéllas donde llega toda la información visual.
Además, la lectura “activa el sistema del habla” para tomar consciencia
de los sonidos y permite “establecer relaciones entre el sistema visual y
el sistema del habla, entre las letras escritas y los sonidos.
5. Favorece las habilidades comunicativas
Las
personas que leen de manera habitual también son mejores oradores. Como
dijo Cicerón, “a hablar no se aprende hablando, sino leyendo”. Lejos de
la imagen solitaria e introvertida con la que se identifica al lector,
lo cierto es que las personas lectoras desarrollan más sus habilidades
comunicativas ya que, al enriquecer el vocabulario, mejorar la sintaxis y
la gramática; aprendemos a hablar adecuada y justamente. Hacer un
correcto uso del lenguaje está bien valorado socialmente, por ello,
quienes nutren su dialéctica mediante el hábito lector son percibidos
por los otros como personas con gran capacidad de liderazgo. Por tanto,
son más apreciados profesionalmente.
Según
un estudio de la Universidad de Oxford, la lectura por placer predice
el éxito profesional. Quien fue un ávido lector en su adolescencia tiene
más posibilidades de triunfar en su madurez. Durante más de dos
décadas, el equipo de investigación del psicólogo Mark Taylor analizó
los hábitos y actividades de casi 20.000 jóvenes con ánimo de conocer
qué actividades predecían el éxito profesional al cumplir 30. Ninguna
práctica extracurricular –como hacer deporte o ir al cine–, evaluadas
junto a la lectura, lograron tener un impacto significativo en el éxito
profesional.
6. Previene enfermedades neurodegenerativas
El
ejercicio de leer cobra especial sentido en la madurez y en la vejez.
Neurólogos y psicólogos recomiendan “la lectura como método preventivo
del Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas”, señala el doctor
Pablo Martínez-Lage, coordinador del grupo de estudio de conductas y
demencias de la Sociedad Española de Neurología. Cuando una persona
comienza a padecer síntomas de demencia y a perder autonomía, influyen
dos factores: las lesiones que ha producido la enfermedad y la pérdida
de la capacidad de compensar. Compensar es poner a funcionar áreas del
cerebro que antes no funcionaban, poner en marcha la reserva cognitiva,
es decir, la capacidad intelectual acumulada a lo largo de su vida
mediante conocimientos y actividades intelectuales. Para disponer de una
buena reserva cognitiva es importante tener una vida intelectualmente
activa. “Quienes se mantienen mentalmente en forma a lo largo de su
vida, corren menos riesgo de padecer Alzheimer, Parkinson o enfermedades
cardiovasculares”, concluye Martínez-Lage.
Fuente: Europa Press y La Vanguardia
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